


Mayo es el mes en que llega a las tablas el gran estreno de este año
de Teatro Espressivo: la impactante adaptación teatral de 1984, una de las obras más influyentes
de la literatura universal escrita por George Orwell. Bajo la dirección de Carlos Salazar Zeledón, esta
obra no es solo una advertencia del pasado: es un espejo inquietante de nuestra actualidad.
1984 es la historia distópica por excelencia, publicada en 1949 y más vigente que nunca en la era de
la hipervigilancia, la desinformación y la erosión de la libertad individual.
El montaje de Espressivo, basado en la adaptación de Paul Stebbings y Phil Smith, propone un viaje escénico que
fusiona thriller político, historia de amor prohibido y reflexión filosófica sobre el poder, el lenguaje y la
resistencia.
La trama sigue a Winston Smith, funcionario del Ministerio de la Verdad en la ficticia Oceanía, quien se
atreve a desafiar al omnipresente Big Brother y se lanza en una relación clandestina con Julia. En
un mundo donde la Policía del Pensamiento vigila cada gesto y donde incluso el amor es considerado
subversivo, Winston se enfrenta a la pregunta fundamental: ¿es posible resistir sin perder la
humanidad?
La visión escénica de Salazar parte de una relectura crítica de la obra a la luz de la realidad
contemporánea. “Esta no es una reconstrucción historicista”, afirma el director. “Es una mirada desde
nuestro presente hacia una obra que hoy más que nunca nos interpela. En tiempos de redes sociales, banalidad digital y control de la narrativa, 1984 no es una advertencia futura, sino un
llamado urgente a recuperar el pensamiento crítico y la libertad”.